Aspectos de la escritura que interfieren en el aprendizaje
Si queremos mejorar o ampliar los conocimientos, competencias y aptitudes de nuestros profesionales, primero debemos atender el material didáctico y los aspectos de la escritura que les vamos a proporcionar. Por ello, en Snackson defendemos que es sumamente importante cuidar la presentación didáctica de los objetos de aprendizaje que creamos para nuestras acciones formativas.
Queremos ayudar a empresas y organizaciones para que sus empleados puedan progresar en su vida profesional y personal, de tal forma que estos también puedan sentirse miembros activos de una sociedad que es cada vez más compleja y que requiere de más cualificaciones y aptitudes para ocuparse de las variadas necesidades cotidianas que se presentan en ambos entornos.
Con esto en mente, entendemos que es necesario que los objetos de aprendizaje y los aspectos de la escritura que utilizamos en nuestras acciones formativas deben ser interesantes, motivadoras, relevantes, accesibles y, en definitiva, orientados al usuario.
Textos accesibles
Los académicos relacionados con la investigación educativa siempre han sentido un gran interés por el vínculo existente entre la comprensión y la memoria. Es decir, por cómo somos capaces de asimilar mejor unos conceptos (y por extensión, una red conceptual) gracias a su comprensión.
Sus estudios demuestran que para facilitar la comprensión de dichas nociones es necesario que dediquemos atención a los aspectos de la escritura, los aspectos didácticos de los textos y su construcción.
Es por este motivo que a lo largo del proceso de creación de los objetos de aprendizaje, nos hemos de asegurar de que estos estén articulados de forma coherente y no contradictoria con respecto a nociones previas a la par que no debe haber lugar para la ambigüedad.
La ambigüedad es un fenómeno de los aspectos de la escritura que acontece en las diversas lenguas del mundo en los aspectos de la escritura. Muchos enunciados que podemos considerar correctos o aceptables resultan ser ambiguos si los analizamos con un poco más de cuidado. Veamos algunos ejemplos sencillos de los distintos tipos de ambigüedad más recurrentes y que hemos de evitar:
- Léxica: «No te acerques al banco» (banco = negocios u objeto).
- Semántica: «Les daré una pelota a los niños» (¿una pelota para todos o una pelota a cada uno?).
- Estructural: «Ana le sugirió a Juan irse a casa» (¿quién se va: Ana, Juan, los dos juntos a la misma casa o los dos a la vez pero a distintas casas?).
- Pragmática: «¿Me puedes pasar la lima?» (lima= herramienta para limar o fruta cítrica).
Es decir, que para que un concepto (o red conceptual) sea comprensible y que, por tanto, los contenidos se comuniquen de forma efectiva, es necesario que el diseñador pedagógico evite activar nociones erróneas o no pertinentes; plantear de forma incorrecta el contenido.
Aspectos de la escritura a tener en cuenta
Con el fin de crear textos accesibles hay que ser capaz de:
- Prever las dificultades que puede encontrar el usuario. Basarse en los conocimientos previos de este y conocer la materia sobre la que pretende formar: sus características, ventajas, dificultades… Es necesario que tenga muy en cuenta qué es lo que pretende que el usuario sea capaz de hacer tras esta formación, y enfocarse en estos objetivos.
- Adecuar los aspectos lingüísticos del texto a las características cognitivas del lector. Saber cómo dividir la materia en pequeñas porciones y estructurarlos correctamente. Sin pasar por alto que la elección de los títulos de dichos objetos también forma una parte esencial en el diseño pedagógico y ayuda al usuario para que recuerde y comprenda los conocimientos en cuestión.
- Utilizar esquemas, ilustraciones o ayudas gráficas. Han demostrado ser una potente herramienta que ayuda al usuario a activar conocimientos previos, poner en juego habilidades y procesos cognitivos, descifrar y comprender de forma más rápida y eficaz un concepto.
Las claves
Es evidente que no existe un modelo de texto que sea óptimo para todos los alumnos. Pero podemos afirmar que un texto es accesible cuando tiene en cuenta estos aspectos de la escritura:
- Cada vez que introduce un nuevo concepto, lo explica.
- Conecta las ideas clave.
- Respeta la jerarquía interna de los conceptos.
- Se organiza de lo teórico a lo práctico y viceversa.
- Contextualiza los contenidos.
- Cuando algo es complejo, lo secciona en una sucesión de pasos o fases.
- Plantea preguntas y ejercicios, a los cuales siempre da respuesta o, al menos, plantea las orientaciones necesarias para su solución.
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